43 años, 10 meses y 24 días después de que mi madre tuviera a bien traerme a este mundo, he decidido por fin romper el cordón umbilical e independizarme. No, no me siento orgulloso de ello. Pero las circunstancias, unidas a mi habitual pereza a la hora de tomar decisiones han hecho que este momento se demore hasta ahora.
Y es que no es sencillo, para una persona soltera y casimileurista dar ese paso. Lo tenía en mente desde hacía años, incluso gané una V.P.O. super fashion que iba a ser el Melrose Place logroñés, pero el enorme pinchazo de la burbuja inmobiliaria de hace unos años paralizó el asunto, y la enorme incertidumbre en el trabajo hicieron el resto.
Fue hace unos 5 meses cuando decidí que ya era hora de emanciparme, a pesar de que la situación laboral no era precisamente boyante, pero estaba claro que era ahora o nunca. Y vivía (vivo todavía) muy bien con mi madre, y tenía mi espacio, mi independencia....pero no vivía en mi casa. Desde ese momento de mi decisión, apenas visité dos o tres casas, pero tuve la suerte con la última de ellas que cumplía todas mis expectavivas: céntrica, exterior, soleada, coqueta...y sobre todo, muy ajustada de precio. Y no me lo pensé dos veces: para mí.
Y como este tema puede dar mucho de sí, me ha dado por escribir un diario de a bordo para contar mis peripecias al mundo. Sed bienvenidos.
Me alegro mucho Paco,seguro que todo será para bien...ya nos veremos y hablamos.
ResponderEliminarla cagaste...burt lancaster......suerte!!
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