Vivir sólo es toda una experiencia, y, como todo en esta vida, tiene su lado bueno y su lado malo. Por un lado, tienes el control absoluto de tu vida, no tienes que dar explicaciones a nadie de tus actos, haces y deshaces a tu antojo sin que nadie te diga si está bien o mal. Pero por otro lado, el día es muy largo, y tanto silencio a tu alrededor hace que las horas se ralenticen, sobre todo los fines de semana.
Hoy sábado me he levantado muy temprano. Un catarro que estoy agarrando ha hecho que estuviera incómodo en la cama, y a las 7 y media estaba arriba. He bajado a por el periódico, que he leído mientras desayunaba, me he dado una ducha y me he ido a andar por la ciudad. 4 kilómetros después, no eran ni las 9 y media de la mañana. He ido a super a hacer la compra y me he vuelto a casa. Había hecho ya infinidad de cosas y no era sino la hora a la que normalmente me levanto un sábado.
Sigo sin ir a comprar el sofá. Ya no lo considero una prioridad, le he cogido el tranquillo al mueble de antaño que hace ahora sus funciones en mi casa, pero de esta semana no pasa. Es una pasta lo que cuesta el que me gusta, y salí con malas vibraciones el viernes de currar...comidas de coco que me dan. Suelo ver fantasmas donde no los hay.
He ido a ver a mi madre para ayudarla con unas cuantas cosillas, y la he visto tan bien que le he tenido que pedir en varias ocasiones que se fuera a descansar, pero se siente bien, ya no se cansa a cada paso que da, lo cual me tranquiliza después de tanta tensión acumulada con su salud. Vuelta a casa y a preparar la comida. Hoy me ha dado por preparar unos falsos carbonara, es decir, con nata en vez de con huevo batido, y ciertamente me han quedado ricos ricos. Pero claro, ya que te pones, no haces un puñado, por lo que ya tengo hecho casi el primer plato de toda la semana, contando con dos o tres visitas a mi madre a la hora de comer.
Tengo suerte de tener el ventanal que tengo, y el estar casi a pie de calle. Cuando me aburro me asomo a ver la vida pasar. Echo de menos a veces tener a alguien con quien hablar, con quien discutir, algo que palio a duras penas con fugaces conversaciones vía Facebook con los amigos. Pero no quiero enclaustrarme, nunca digo no a una cerveza o un café con los mismos, y espero seguir así.
Me gusta mucho la letra. Es divertido y tiene un gran parecido a usted.
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