miércoles, 24 de agosto de 2011

Semestre

Así a lo tonto, ya llevo 6 meses en mi nuevo hogar. La casa sigue casi como la cogí. Nuevo sofá, nuevo frigorífico...pero todavía no cuelga cuadro alguno de las paredes. Y tengo unos cuantos esperando a que un día me de el punto, pero es que tampoco los echo de menos. Minimalista que es uno. O gilipollas, que en muchas ocasiones viene a ser lo mismo.

Seis meses en los que se me han acumulado acontecimientos importantes en mi vida. Por un lado el jamacuco de mi madre, a los pocos días de venirme aquí. Un susto de cojones, jamás había visto a mi madre enferma más allá de un dolor de cabeza o un catarro. El tiempo pasa inexorablemente. Ahora me toca vivir otro pequeño drama, esta vez más personal...me van a largar del curro. A la puta calle. Adios, y gracias por participar. Siete años tragando con un sueldo de mierda, para que ahora, por una nefasta, penosa, putapénica gestión de los gestores de la empresa, pase a formar parte de ese 20% largo de españolitos sin trabajo. De nada sirven ahora reproches, de nada sirve el no haber puesto los puntos sobre las íes en su momento. Me la han metido doblada.

Pero curiosamente, lejos de hundirme, de desmoralizarme, me siento con fuerzas suficientes para dar un giro a mi vida. Llevo unos días que casi no duermo dándole vueltas a la cabeza en busca del negocio genial, de la salida de un túnel al que tendré que enfrentarme en breve. Y ya tengo un par de ideas...no quiero rendirme.

viernes, 1 de julio de 2011

Cero

Me están dando ganas de raparme la cabeza al cero. ¿Motivos? Supongo que a todo el mundo le apetece hacer una locura de vez en cuando, y tengo curiosidad acerca de cómo se verá mi enorme cabezota sin un pelo, ni siquiera de tonto.

El problema es que, a día de hoy, no me atrevo. El mítico "qué dirán" es muy fuerte en estos momentos. Mucha gente sigue interpretando la repentina ausencia de pelo en la cabeza con alguna que otra enfermedad, y lo de tener que andar dando explicaciones no lo llevo demasiado bien. Supongo que a alguien le terminaría saltando un "me he rapado la cabeza porque me ha dado la p... gana, pasa algo?"

El año pasado estuve a punto. Una estúpida apuesta tuvo la culpa. Si España gana el mundial, me rapo. Y lo hice, pero al número 2 por arriba y al 1 el resto. En el último segundo, cuando el peluquero me preguntó, me rajé.

He estado informándome, y el pelo crece de media a una velocidad de 0,44 mm. diarios. Es decir, en una semana, mi cabello mediría unos 3 milímetros, que es como cortarte el pelo al 1. La barba crece más lenta y cuando estoy una semana sin afeitarme la mancha oscura es evidente. Además, tengo comprobado que a mí me crece el pelo más rápido que la media. Acabo de arrancarme un pelo que corté al 3 hace hoy 3 semanas, y mide 2,3 cm. el corte al 3 supone dejártelo a 9 mm. por lo que me ha crecido 1,4 cm. en 21 días....

Tengo pensado ir a la pelu en menos de 10 días. A una que ha heredado la hija de un barbero de los de toda la vida, de los que no les importa lo más mínimo afeitarte la cabeza sin rechistar. Pero no se si me atreveré. Seguro que mi madre no lo entendería....

sábado, 25 de junio de 2011

Paella

Hoy me he querido dar una alegría culinaria, y he decidido hacerme una paella. Acostumbrado como estoy a comerla en casa de mi madre incluso recalentada de dos días, me decidido hacerme una pequeña, aunque me sobrara para comer un par de días más. He ido al supermercado, y me he pillado uno de esos preparados de paella, de esos de "añade arroz y listo"....listo....por los cojones.
Sabiendo que me podía llevar una sorpresa desagradable, he pillado también algo de pollo troceado y unos langostinos, pensando que así obtendría la paella perfecta...ni por esas. Abro el puñetero paquete (casi 4 euros) y me encuentro que, en un 90%, todo son guisantes, alubia verde y presuntos pimientos!!! Completa la jugada dos mejillones, 4 gambas y 2 proyectos de langostino, además de media docena de tochos de algo que se parece al pescado, y unos pedazos de mejunje congelado que es lo que, en teoría, le da sabor.

Una puta mierda. Para qué extenderme.

lunes, 6 de junio de 2011

Intimidad

Han sido casi 43 años los que he pasado viviendo acompañado, al principio de padres y hermanos, y finalmente sólo mi madre. Demasiado tiempo sin un espacio propio, demasiado tiempo sin intimidad. Por eso creo que necesitaba un periodo, ya en mi casa, de soledad bien entendida, de convivir conmigo mismo, de no tener que dar explicaciones a nadie.

Se que muchos de vosotros no habéis podido vivir esa experiencia, ya que salísteis de casa de vuestros padres para iros a vivir con vuestras parejas. No habéis sentido la libertad de no tener que dar explicaciones a nadie, y eso es lo que ahora estoy disfrutando. Son pequeñas tonterías, que fuera de contexto no tendrían sentido, pero que te hacen sentir libre. Nunca antes había paseado desnudo por la casa sin miedo a encontrarme con mi madre o hermanos, nunca antes me había rapado media cabeza sin tener que escuchar al llegar a casa todo tipo de sinónimos de la palabra loco, nunca antes me había levantado un domingo a las 7 de la mañana y me había ido a experimentar la sensación de recorrer una ciudad vacía, sólo para mí. Y si no quiero cenar, no ceno, nadie se lleva las manos a la cabeza.

Son un conjunto de pequeñas chorradas que las disfrutas de principio a final, supongo que por la novedad. Quizás este tiempo que llevo viviendo solo, va para cuatro meses, haya pecado de huraño, me relaciono muy poquito, pero no mucho menos que antes. Quizás haya cometido el error de no hacer una fiesta de inauguración de piso, así hubiera superado de una sola vez el miedo al qué dirán, algo tan intrínseco en mi vida cotidiana.....

Todo esto cambiará, el día que descubra que ya no me quedan cosas por experimentar en soledad. A pesar de todo, soy casi feliz....

domingo, 24 de abril de 2011

Cama

Tras dos meses sufriendo las estrecheces de una cama de 80 cm., y como regalo de cumpleaños de mi mami, ya tengo nueva cama. 135 centímetros todos para mí, con colchón mezcla de visco....leches y latex o no se que...el caso es que es muy cómodo, duro pero que se adapta al cuerpo, con su canapé debajo, un buen lugar para dejar olvidadas cosas que no utilizas...

Me está costando adaptarme, esa es la verdad. Demasiada almohada para una sola cabeza, demasiado duro después de demasiado tiempo demasiado blando. Pero a todo se acostumbra uno, y a lo bueno, mucho antes.

Ojalá algún día tenga que volver a sufrir estrecheces en mi cama, pero sin que cambie de tamaño el colchón.....

lunes, 18 de abril de 2011

Pelo


El aburrimiento es lo que tiene. Vivir solo hace que haya muchas horas del día para entretenerte con chorradas, y este es el caso de hoy. Me corté el pelo al 1 el día 22 de marzo, y me dio por inmortalizar la rapada. Ayer, 19 días después, quise comprobar cúanto había crecido mi pelo, ya que mi peluquera siempre me dice aquello de "jolín qué rápido te crece, que bien para el negocio!".

Y tendré que darle la razón, efectivamente, me crece a toda leche...

miércoles, 13 de abril de 2011

Botiquín

Cuando acumulas 43 años sin preocuparte de la intendencia de tu casa, suele pasar que, cuando te vas a vivir solo, las carencias afloren ante la necesidad. Y es que estamos en mi semana fantástica de la salud. Se me ha acumulado un catarro, un dolor en una pierna y un granito enquistado cercano a salva sea la parte. Y de repente te das cuenta que, ni paracetamol, ni ibuprofeno, ni betadine, ni nada con nombre extraño forma parte de tu hogar. Ni unas tristes tiritas!

Así que no me quedó más remedio que poner idem a tal carencia, y juntarme con todo lo necesario para paliar males menores. Y ya estoy aguaoxigenado, paracetamolizado y ibuprofenético. Y los males ya son menos. Lo que haga falta para evitar la visita a un médico. Odio a los médicos. Los temo. Yu-yu. Mi grano disminuye, mi pierna duele menos, y mi catarro ya casi es historia. Para la próxima, ya estoy preparado.

jueves, 7 de abril de 2011

Sofá

MODO NORMAL

MODO BUTACA


MODO SIESTA



Próximamente subirá al cielo de los sofás.....

sábado, 2 de abril de 2011

Rutina

Vivir sólo es toda una experiencia, y, como todo en esta vida, tiene su lado bueno y su lado malo. Por un lado, tienes el control absoluto de tu vida, no tienes que dar explicaciones a nadie de tus actos, haces y deshaces a tu antojo sin que nadie te diga si está bien o mal. Pero por otro lado, el día es muy largo, y tanto silencio a tu alrededor hace que las horas se ralenticen, sobre todo los fines de semana.

Hoy sábado me he levantado muy temprano. Un catarro que estoy agarrando ha hecho que estuviera incómodo en la cama, y a las 7 y media estaba arriba. He bajado a por el periódico, que he leído mientras desayunaba, me he dado una ducha y me he ido a andar por la ciudad. 4 kilómetros después, no eran ni las 9 y media de la mañana. He ido a super a hacer la compra y me he vuelto a casa. Había hecho ya infinidad de cosas y no era sino la hora a la que normalmente me levanto un sábado.

Sigo sin ir a comprar el sofá. Ya no lo considero una prioridad, le he cogido el tranquillo al mueble de antaño que hace ahora sus funciones en mi casa, pero de esta semana no pasa. Es una pasta lo que cuesta el que me gusta, y salí con malas vibraciones el viernes de currar...comidas de coco que me dan. Suelo ver fantasmas donde no los hay.

He ido a ver a mi madre para ayudarla con unas cuantas cosillas, y la he visto tan bien que le he tenido que pedir en varias ocasiones que se fuera a descansar, pero se siente bien, ya no se cansa a cada paso que da, lo cual me tranquiliza después de tanta tensión acumulada con su salud. Vuelta a casa y a preparar la comida. Hoy me ha dado por preparar unos falsos carbonara, es decir, con nata en vez de con huevo batido, y ciertamente me han quedado ricos ricos. Pero claro, ya que te pones, no haces un puñado, por lo que ya tengo hecho casi el primer plato de toda la semana, contando con dos o tres visitas a mi madre a la hora de comer.

Tengo suerte de tener el ventanal que tengo, y el estar casi a pie de calle. Cuando me aburro me asomo a ver la vida pasar. Echo de menos a veces tener a alguien con quien hablar, con quien discutir, algo que palio a duras penas con fugaces conversaciones vía Facebook con los amigos. Pero no quiero enclaustrarme, nunca digo no a una cerveza o un café con los mismos, y espero seguir así.

domingo, 27 de marzo de 2011

Mohicano

Tras dos semanas de tensión provocada por la hospitalización de mi madre, decidí ir a uno de los lugares que más me relaja: la peluquería. Cada vez acorto más el tiempo que pasa entre corte y corte, por lo que, cuando voy, mi pelo no está demasiado largo, y eso parece que incita a los peluqueros/as a cortar más de lo debido. Y si a eso añadimos que cometí el error que no se puede cometer nunca en este tipo de establecimientos, que es el decirle a tu peluquera que lo corte como quiera, que te fías de ella, el resultado final es evidente.

Sin apenas tiempo para reaccionar, me vi en el espejo con los laterales y la nuca rapados al 1. Cuando fue a empezar a cortar por arriba tuve la tentación de decirle algo, pero para entonces ya me había dado cuenta de que sólo había dos opciones para rematar la faena: totalmente rapado o un corte mohicano. No acerté a pensar rápidamente cual me quedaría peor, así que la dejé hacer. Y se decidió por la opción b. Justificó el corte diciendo que así me estilizaba más la cara, mientras yo pensaba que para estilizarme hace falta algo más que un corte de pelo...

Por otro lado, de esta semana no pasa para que encargue el sofá, que será la piedra angular sobre la que gire la decoración de mi casa. Estos días no he podido pensar con lucidez. Pasado el susto (o al menos equilibrado) me pondré manos a la obra para ir dando forma a mi hogar. Si es que la avalancha de cumpleaños finalmarzianos no acaban con mi economía....

viernes, 18 de marzo de 2011

Desgana

Hoy hace un mes que resido oficialmente en mi nuevo hogar, pero éste sigue poco más o menos como lo encontré. Tengo que comprar un sofá, quiero cambiar la cama, tengo un cuadro que colgar, quiero pillar alguno más...

Pero a mi habitual pereza se suma ahora el estado de salud de mi madre. Lleva una semana en el hospital, la primera vez que pisa un edificio de ese tipo como paciente en más de 40 años, y eso hace que se acreciente mi desgana. Limpio y cuido mi casa, eso sí, pero creo que hasta que no pase esta situación no voy a ser capaz de empezar a tomar la iniciativa.

Por otro lado, comienzan a llegar las facturas...afortunadamente llega ya el buen tiempo, y eso amortiguará un poco su efecto en mi cuenta bancaria, al día en cobros por primera vez en muchos meses.

Hoy no ha sido un buen día, y para rematarlo, funeral. Un beso, Ana, te quiero mucho.

jueves, 10 de marzo de 2011

Cotidianidad

Cuesta adaptarse a una nueva situación. De hecho, creo que todavía no me creo que esté aquí, en MI casa, sin depender de nadie, sin dar explicaciones de nada, con el único sonido del tic-tac del reloj de la cocina.

Terminas aceptando que eres el único causante de lo bien o lo mal que lleves tu hogar. Desafortunadamente, no se limpia solo, así que estoy acostumbrándome a realizar una tarea para mí hasta ahora desconocida. Miércoles antes de almorzar...etc.etc.. Afortunadamente, sí que estaba acostumbrado a hacerme la comida, aunque últimamente mi madre, una vez jubilada, se prestaba a ello, y no os penséis que hasta ese momento se hacía la comida sólo para ella, es que nuestros gustos y costumbres, y sobre todo horarios siempre han sido muy diferentes. No se me da mal cocinar, aunque tampoco me complico demasiado la vida. Los botes de legumbre son un gran aliado para el primer plato, y unas pechugas o un filete a la plancha están al alcance de cualquiera.

Por otro lado, estoy pagando la novatada de que todo el mundo intenta aprovecharse de tí: compro frigorífico, puerta con bollo, promesa de devolución de una parte del coste, y hace un mes de aquello...hoy he tenido que llamar para recordárselo a los de la tienda. Timofónica Vomistar me cobra 45 euros más de lo estipulado, protesto, me cago en sus muelas, me dicen que tengo razón, que me lo devuelven, pero sigo esperando....

En fin, que acaba de terminar la lavadora y tengo que tender. Así tendía así así...

domingo, 6 de marzo de 2011

Mi soledad y yo

Cuaderno de bitácora. Día 16.

Mudarte de casa es como iniciar una relación. Al principio todo es nuevo, todo te parece fantástico, pero con el paso de los días, a veces te entran las dudas, los miedos, pasas de la euforia a la melancolía casi sin darte cuenta. Hay días buenos, los más, pero también días duros.

Ciertamente, en 43 años largos de mi vida, no podía haber elegido peor momento para iniciar este camino. Mi independencia coincide en el tiempo con los peores momentos de quien me trajo a este mundo. A veces me arrepiento de haber dado este paso justo ahora, cuando quizás ella más me necesite. Es muy duro ver a alguien que ha rebosado vitalidad, de buenas a primeras verse tan mermada...y lo peor de todo, sin saber todavía el porqué. Estoy a 3 minutos andando de su casa, pero puede que ella me sienta a miles de kilómetros, aunque si así fuera el caso, jamás me lo diría.

La vida en mi casa transcurre con esos altibajos que comentaba al principio. Son impagables esas mañanas de domingo leyendo el periódico al sol del ventanal de mi salón sin nada que te moleste, pero también hay tardes que se te hacen eternas. Sigo buscando el botón mágico que haga que mi piso se limpie automáticamente, mientras tanto no me queda más remedio que tirar de fregona y estropajo, algo a lo que estaba mal-acostumbrado.

Cuando me fui, dije que iría a comer entre semana todos los días, pero la realidad no ha sido así. La primera semana fui un par de días, la segunda uno...no falto, por supuesto, a la comida de los domingos, sabe mejor la paella cuando la echas de menos. Además, el contacto con tu madre es mucho más distendido que viviendo juntos, ya no hay reproches de por medio, ya no hay camas sin hacer ni pegotes de pasta de dientes en el lavabo...

Esta semana que entra tendrá mi madre nuevos resultados de nuevas e infinitas pruebas, hasta ahora todas positivas. Y se las dan un jueves. Estoy marcado por los jueves. Todo lo bueno y todo lo malo me sucede en jueves. Espero que esta vez lo que suceda se añada a la primera lista....

viernes, 25 de febrero de 2011

Semana 1. Aires de libertad....

Hoy hace exactamente una semana que me vine a vivir lejos del calor materno. Se positivamente que tú, que me estás leyendo, pasaste por esto hace muchos años, pero para mí es una novedad. Y podrás entender que, con lo que me ha costado dar este paso, estos primeros días han sido de una felicidad tremenda. Y no por nada en especial, al fin y al cabo más de 10 horas diarias las paso fuera de casa, pero los ratitos que he tenido para mí, que tengo para mí, ahora mismo son impagables.

Egoístamente no he querido compartirlos con nadie. Hay más días que ollas, que decía mi padre. Necesitaba sentir esa libertad que te da el estar en tu propia casa, sin rendir cuentas a nadie, si voy, si vengo...Lógicamente, también he encontrado sus problemas. Por mucho que he implorado al duende mágico de la limpieza que apareciera por mi hogar a echarme una mano, no ha habido manera, así que no me ha quedado más remedio que asumir todas las tareas del hogar. Ni siquiera la de la lejía Neutrex que viene del futuro se me ha aparecido, manda huevos...

Pero es un mal (muy) menor, porque todo lo demás son ventajas. Por supuesto que echo de menos a mi madre, y más ahora que no está pasando precisamente por su mejor momento, pero también soy consciente que, cuanto más se echa de menos a una persona, más reconfortante es el volver a encontrártela. No en vano, he ido un par de días a comer a su casa esta semana....la cual ya no siento mía. Es todo muy diferente, el primer día, inconscientemente hice lo primero que hacía antes siempre que llegaba a casa: descalzarme y ponerme las zapatillas de casa...pero ya no estaban ahí.

Queda mucho por hacer todavía en mi nuevo hogar, pero no me meto prisa. La situación en el trabajo parece que poco a poco se va estabilizando, lo cual me quita una de mis grandes preocupaciones, pero soy consciente que todo se puede volver del revés en cualquier momento, aunque creo que lo peor ya ha pasado.

Sólo me queda decir GRACIAS. Gracias a todos los que me habéis apoyado en este paso. Gracias incluso a los que pensábais que nunca lo daría :) En breve retomaré mi vida social, de momento estoy disfrutando de mi hogar. Me voy a fregar los cacharros de la comida....

viernes, 18 de febrero de 2011

Primer día de mi nueva vida

Ya estoy, por fin, instalado en mi casa. Faltan cosas por traer, lógicamente, pero lo que tengo sobrepasaría ampliamente cualquier kit de supervivencia.

Las sensaciones vuelven a ser confusas. Tras un primer momento de euforia, un segundo de cabreo porque el p... ordenador no quería arrancar, y un tercero de bienestar, la melancolía ha vuelto a hacerse un hueco en mi cocorota. Ayer me pasé todo el día pensando cosas en plan...esta es la última vez que... Me siento extraño todavía. Supongo que es cuestión de tiempo, pero me doy cuenta de que algo ha cambiado porque hago cosas que nunca hacía. Un ejemplo estúpido es el haberme puesto la radio de fondo. Jamás en mi vida lo había hecho, salvo esporádicas visitas vía web, pero hoy ha sido lo primero que he hecho una vez me he puesto cómodo. Supongo que es una inconsciente búsqueda de compañía...

La cama no me gusta. Es pequeña y blanda, por lo que pasa a ser prioritario el cambiarla. El sofá, tres cuartos de lo mismo, aunque en este caso ya tengo mirado su relevo. Pienso continuamente en qué estará pensando mi madre. Se me pasará, lógicamente, pero ahora no puedo evitarlo. Me ha apoyado y me ha empujado a dar este paso, pero los últimos días evitaba el tema, supongo que es normal. Para ella también va a ser su primera experiencia viviendo sola...

En fin, que es sólo el primer día del resto de mi vida, y ya no hay marcha atrás. No, no me arrepiento lo más mínimo, pero todo se me hace extraño. Como todo, es cuestión de tiempo...

¿La imagen que ilustra esta entrada? Nel blù, de Kandinsky. Será lo primero que verá la gente nada más entrar a mi salón.

jueves, 17 de febrero de 2011

The last night....

Últimas palabras desde la nave nodriza.....las sensaciones son encontradas, por un lado una felicidad inmensa, por otro una tristeza terrible....demasiado tiempo sin cortar el cordón umbilical...mañana, si Dios y Telefónica quieren, diré mis primeras palabras desde el que ya es mi nuevo hogar.

Gracias a todos los que me habéis animado a dar este necesrio paso, gracias en especial a Jorge, María, Sara y Lucía por el primer regalo que presidirá sin duda alguna mi salón. Gracias a Aixa, Maite y Rita por hacerme ejercer por vez primera de anfitrión, gracias mil a Pilar por poner a mi alcance esta maravilla de piso....gracias por aguantar esta locura que se ha gestado en 3 semanas, y que prometo continuar desde mi nuevo rinconcito. Gracias Esther y Carmen por ser como sois, espléndidas... gracias Alba por ser la persona que más me ha aguantado todas mis paranoias y por ese teléfono que ya no es un "Domo", es un "Alba" ;)...se que me dejo mucha gente, pero es el riesgo que tienen estas cosas..sentiros todos aludidos, al fin y al cabo este blog sólo lo leen mis AMIGOS, y si tu estás aquí, considérate uno de ellos.

Desde Avendida de Colón, se despide éste que os quiere mucho. Me voy....

domingo, 13 de febrero de 2011

Last sunday

Hoy ha sido el último domingo que me he despertado en la que ha sido mi casa durante 43 años, 10 meses y 14 días, la que ya a partir de este momento pasa a ser la casa de mi madre. Y las sensaciones son confusas. Por un lado, feliz por abandonar al fin el nido (que ya iba siendo hora) pero por otro la tristeza lo inunda todo. Supongo que es normal, y más a estas alturas de la película. Los que ya dísteis este paso en su día probablemente pasásteis por esta misma sensación de desasosiego. Yo, además tengo el agravante de que nací aquí, a escasos dos metros y medio desde donde escribo estas las que pueden ser últimas líneas de este blog desde el que ya no es mi hogar.

Miro a mi alrededor y todo es nostalgia. Me cuesta coger cosas para llevármelas a la que va a ser mi casa en menos de una semana. Tengo una sensación extraña, como si, a pesar de ser mías, no me pertenecieran. Libros, discos, recuerdos.... Casi 44 años acumulando cosas que ahora me cuesta reconocer como mías. Dejo además a mi madre sola, y aunque se que cuento con todo su apoyo, sé también que no es precisamente el mejor momento. Una persona que ha sido todo energía durante toda su vida, desde hace unos meses ha pegado un bajón importante. Una palabra suya bastaría para quedarme, pero sé positivamente que no la dirá. Aunque lo esté deseando.

A partir de la próxima semana ya nada será igual en mi vida. Tengo en estos momentos la ilusión de un niño de 6 años en la noche de Reyes, pero no puedo contener la lágrima que contínuamente se me desliza por la mejilla. Muchos de los que me leéis lleváis casi dos décadas fuera del hogar materno, y probablemente se os hayan olvidado eastas sensaciones. Ni siquiera se cómo actuar el día que me marche definitivamente, casi seguro este próximo viernes, nunca más tarde.

Y eso que me voy a 300 metros de aquí, a dos manzanas. Y me he prometido venir a menudo, pero ya se sabe, esas promesas siempre se hacen, aunque casi siempre cuesta mucho cumplirlas. Intuyo, por otro lado, que habrá amigos que os hayáis sentido molestos por no pediros ayuda en la mudanza. No os lo toméis a mal, en el fondo he querido demostrarme que era capaz de hacer esto por una vez yo solito, tarde o temprano recurriré a vosotros, pero el paso inicial quería darlo por mí mismo.

En fin, que no quiero que las lágrimas por no ver el sol me impidan ver las estrellas. Ahora mismo, mi nivel de felicidad y de tristeza están a la misma altura. Se que al final, lo primero se improndrá a lo segundo.

viernes, 11 de febrero de 2011

Ya tengo línea. Continuamos para bingo.

Realmente, si no lo veo no lo creo. 13 horas después de acabar hasta los mismísimos contratando la línea de teléfono, podía haberla tenido instalada. Por aquello de que no había prisa lo he dejado hasta hoy, que me ha venido el tésnico a realizar la instalación. El susodicho ha resultado ser un excliente de la imprenta en la que curro, un argentino que intentó montar su propio negocio y que le salió el tiro por la culata, y que ha acabado en un subcontrata de Movistar. Un tipo majete, lo cual siempre facilita todo.

Lo primero que me ha llamado la atención es que yo pensaba que me estaban poniendo el teléfono...pues no. Al parecer lo que contraté fue la línea telefónica, no el aparato en sí, lo cual me ha dejado un tanto perplejo. Claro que la explicación que me ha dado ha sido además de evidente, contundente: nadie quiere ya los aparetejos que suministra la compañía telefónica, por una sencilla razón: te lo alquilan. ¿Y para qué pagar un par de euros más al mes pudiendo comprarte el modelo que te de la gana? Además, por lo que pude comprobar en el trabajo, cada nuevo modelo que sacan al mercado es peor que el anterior, y es que manda huevos que con cualquier móvil puedas hacer fotos de 8 Mpx o realizar una videoconferencia con Nueva Zelanda y los fijos siguen siendo en blanco y negro, y que no te permiten almacenar más de 20 números, eso si descubres cómo hacerlo.

La condición sine qua non que me había marcado para dar el gran salto ya está cumplida. Tengo cama, frigo, microondas e internet, lo básico para sobrevivir. Así que sin más demora he efectuado mi primera gran compra llena-despensas, mañana miro un sofá, y, salvo sorpresa, en menos de una semana estoy totalmente independizado.

Casi soy feliz...

miércoles, 9 de febrero de 2011

He contratado el teléfono con Movistar...creo

Acabo de dar el paso definitivo para ir por fin a habitar mi casa: contratar la línea telefónica y el ADSL. Y lo he hecho con el artista antes conocido como Telefónica, que ahora respinde al nombre de Movistar.

Antes de nada, un consejo: si tenéis que contratar una nueva línea con la compañía que sea, paciencia, mucha paciencia...si no la tuvieres, correrás el riesgo de acabar desquiciado. Como ya comenté en otra entrada, cometí el error de interesarme por una nueva alta. Desde ese momento no han parado de darme el coñazo, hasta que hoy he decidido por fin hacerles caso.

Para empezar, resulta cuando menos curioso que una compañía telefónica líder en muchos países, un referente en las telecomunicaciones mundiales, tenga una calidad de sonido en sus llamadas tan aberrante. Hasta 3 veces he tenido que soportar el "cuelgue y le vuelvo a llamar, a ver si así..." Es como si vas a contratar un sistema de seguridad y en ese momento sufres un atraco en la misma tienda. Me llama una comercial, y tras pasarme con su supervisor, y éste con el supervisor del supervisor, le pido que me informe de las condiciones del contrato, lógicamente con la web de Movistar abierta para cerciorarme que no me estaban engañando. Y la primera...zas! en toda la boca!
Le informo que usted está a punto de contratar una línea ADSL de 6 megas....

¿Cómorrrr? El 10 Mb que veo en la pantalla es chirriante, por lo que no me queda más remedio que preguntarle de qué compañía me llama, y me aclara que de Telefónica Movistar, y tras hacerle un pequeño test de las condiciones del resto del contrato (algo que estaba viendo en pantalla) me he quedado más o menos convencido. Me informa que son 10 Mb, pero que sólo garantizan 6, dependiendo de la zona, la distancia a la central...lo típico. Tras aclararme (parte) de las condiciones del contrato, me instrucciona para la grabación que servirá como contrato, y me pasa con una cuarta intercomunicadora.

Ésta, sudamericana como los otros 3, me alecciona sobre la grabación que vamos a realizar, pero la calidad de la llamada es tan cutre-salchichera que le entiendo una palabra de cada cuatro que pronuncia. Tras desquiciarme yo y desquiciarse ella, me sugiere llamarme al móvil, a ver si así...Me sorprende de nuevo que la oferta que me proponen es más baja que la que veo como supermegapromoción en su web, ya que en vez de 40,87 €, me dice que son 35. Comienza la grabación y yo me siento como un novio ante el altar, teniendo que responder a todo "sí, acepto".

Finalmente me informa que en una semana un técnico se pondrá en contacto conmigo, y que en dos semanas recibiré el kit del ADSL para que me lo configure yo solito. Pregunto el porqué, y me dice que ha cambiado la forma de hacer las cosas, que el año pasado sí, pero este no....total, que acepto pulpo como animal de compañía, y tras colgar después de una hora al aparato, me quedo con la típica insegurdad tan propia en mí. ¿Habré hablado con Timofónica realmente o me la han metido doblada? La respuesta, en una semana....si Dios y Alierta quieren.

domingo, 6 de febrero de 2011

Los chinos, ese gran aliado

Poco a poco, mi casa (qué bien suena el adjetivo posesivo...) va tomando forma, y queda muy poquito para que me instale de forma definitiva. Hoy, en una de mis incontables expediciones a la misma llevando cosas, he decidido hacer una pausa para ordenar los canales de la TDT y de paso, estrenar mi modesta cafetera. Y ha sido en ese momento cuando me he dado cuenta de un tonto detalle: tenía azúcar, pero no azucarero. Además, el paquete del mismo era en tetrabrick, por lo que no había opción de meter la cucharilla, así que he tenido que volcar el mismo para echar una cantidad indefinida de azúcar.

Es curioso, cuando llevas mucho tiempo viviendo en una casa, y más si es la de tus padres, este tipo de cosas no pasan: hace muchos años que en casa de mi madre hay un azucarero. Pero me he dado cuenta de que pasará un tiempo descubriendo cosas tan tontas como esta. Afortunadamente, para estas situaciones tenemos la solución: las tiendas de chinos.

Herederas de los viejos "todo a 100", cada vez es más raro no tener uno de estos establecimientos cercano a tu hogar. Además, como se pasan la legislación por el arco del triunfo, abren cuando les sale de los cojones, por lo que esta tarde de domingo ha sido perfecta para visitar uno de esos paraísos de la chuminada.

Resulta fascinante pasear por sus estrechos pasillos fijándote en la cantidad de cosas diferentes que aglutinan, desde la estupidez más recalcitrante en forma de gato bajando el brazo, hasta la más insospechada herramienta de bricolaje. Hay de todo, como en botica. Así que he echado de menos un carrito como el de los supermercados para hacerme con la cantidad de cosas que no había caído en que no tenía. Y al final te haces con esas y con otras muchas que luego no entiendes el porqué de tu adquisición (¿para qué narices quiero yo un cepillo para el pelo si me lo dejo casi rapado cada cuatro semanas?). Pero, a pesar de ello, te marchas feliz, por que te llevas una docena de objetos por un precio ridículo. Que probablemente no duren dos semanas, pero esa es otra historia.

viernes, 4 de febrero de 2011

Una casa sin cafetera no es un hogar

Prosigo poniendo cruces a las cosas que me faltan para por fin disfrutar de mi hogar, y hoy he conseguido dos fundamentales: por un lado me han venido a revisar la caldera y ya tengo calefacción, y por otro y no menos importante, me he pillado una cafetera. Dormir caliente + café por la mañana: ya puedo mudarme.

Hoy he dado grandes pasos. Por un lado, me han transferido la cuenta del gas, y he comprobado que lo de Iberdrola, contra los que despotricaba en un artículo ya borrado, no era por el traspaso de papeles, sino la deuda del anterior inquilino, lo cual ya tengo solucionado. Por otro, he ido a mirar electrodomésticos. Me he pillado la cafetera de la foto, la Nespresso tendrá que esperar. Acostumbrado a los que me sirve Cati, la rumana del bar de al lado del curro, cualquier cosa me parecerá buena ;) Y he echado un ojo a un frigo y a una tele. Me he dejado guiar por mi instinto, y he pasado de la tienda que toma por tontos a todos aquellos que no compren en ella y me he ido a un clásico en Logroño: Osaba. Para empezar, la puñetera cafetera en la que me fijé en el centro comercial me ha salido un 30% más barata. Y además, el frigorífico y la tele que he pillado son un chollito por un precio bastante más que apañado.

Mañana, trasvase de ropa de verano y algún que otro libro. Esto último va a ser una putada, porque apenas tengo estanerías donde colocarlos, pero bueno, poco a poco. Y si no, ahí está mi trastero de 2x1 (metros) para amontonar cosas.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Wherever I Lay My PC (That's My Home)

Prosigo con mi, sin prisa pero sin pausa, mudanza a mi nuevo hogar. Lo principal ya está allí, lo que cualquier hombre se llevaría en primer lugar: la colección de Asterix y los CD's. El frigo ya está lleno de cervezas para las visitas, y hay papel higiénico en el baño. Tengo platos, cubiertos, vasos...mi casita va tomando forma. Todo concluirá con el trasvase de mi PC.

El departamento sudamericano de Timofónica ya está al loro de mi futura nueva línea, por lo que no dudan en masacrarme a llamadas. Advertidos por mí de que en breve tendría que disponer de ADSL, y a pesar de que les dije que me llamaran en 15 días, no han podido aguantar hasta entonces. Usted nos comentó, usted nos dijo que quería una nueva alta... la llamada de ayer fue alucinante a la par que agobiante: tres sudamericanos tres se fueron pasando el teléfono para intentar convencerme de lo feliz que iba a ser si me daba de alta YA, amenazándome con la demora de 15 días que iban a tener sus técnicos en instalarme la línea (algo tan complicado como hacer clic en la toma de teléfono que tengo y listo).

Pero es que, cuado un vendedor tiene prisas por encajarte su producto, a mí me da por pensar mal. He sido vendedor (o, eufemísticamente hablando, comercial) durante muchos años, y quieras que no, te conoces las tácticas. Y ninguno de los tres personajes que tuve al otro lado del teléfono, ninguno, me habló de las ofertas por una línea nueva. El típico si cuela, cuela. Como dicen en la publicidad de Media Markt, yo no soy tonto, y obviamente voy a la web del imperio movistariano y me encuentro con que, si contrato línea nueva tengo alta de línea, de ADSL y router Wi-Fi gratis, y pago 26,90 al mes durante un año. Y eso se lo tuvieron muy calladito los tres "no se retire por favor" que me atendieron.

Así que, una de dos, me pasaré por una tienda Movistar o llamaré al 1004 para contratar sus servicios. Y por supuesto dejaré caer la fantástica (y ficticia) oferta que me ha hecho ONO para que me doren la píldora. Y esperaré ansioso la llamada de mis acosadores para darles en todo el morro.

La cuenta atrás ha comenzado. En una de mis últimas intervenciones desde casa de mi madre, se despide este fiel servidor de todos ustedes. Cuando tenga línea, tendré mi nuevo hogar.

domingo, 30 de enero de 2011

Soy indeciso....o no lo soy?

Tomar decisiones nunca ha sido mi fuerte. Para cualquier tontería siempre le doy mil vueltas antes de tomar una decisión. Soy un Ysi ¿Y si luego encuentro algo mejor y más barato? ¿Y si cuando llegue a casa ya no me gusta? ¿Y si...?

Cuando te enfrentas a una casa nueva, has de tomar muchas decisiones, y el mayor problema en mi caso es que las tengo que tomar YO SOLITO. Es mucho más fácil cuando las decisiones se toman en pareja: los indecisos tendemos a delegar en la otra parte y decir que sí a todo. Al fin y al cabo, y si luego no funciona, la culpa no es tuya. Postura egoísta donde las haya, pero muy práctica.

El sábado temprano fui a mi piso para echar un vistazo en general y tomar nota de lo que me iba a hacer falta, y decidí que era un buen momento para ir a mirar electrodomésticos. Una tele y un frigorífico, para ser más exactos, ya que este último que me dejaron carece de congelador. Miré, y miré...en una tienda, en otra...pregunté, me informé...y volví a casa con la picha hecha un lío. ¿Tele de 24 o 32 pulgadas? ¿De marca buena y más caro o me apaño con una marca blanca y me arriesgo a que me dure tres telediarios? ¿Frigorífico grande que no me cabe en la cocina y que tendría que poner en el salón o congelador aparte al que haría un hueco dentro?

El fin de semana que viene tomaré una decisión. O no. Ya veremos....

sábado, 29 de enero de 2011

Quizás ya iba siendo hora....

43 años, 10 meses y 24 días después de que mi madre tuviera a bien traerme a este mundo, he decidido por fin romper el cordón umbilical e independizarme. No, no me siento orgulloso de ello. Pero las circunstancias, unidas a mi habitual pereza a la hora de tomar decisiones han hecho que este momento se demore hasta ahora.

Y es que no es sencillo, para una persona soltera y casimileurista dar ese paso. Lo tenía en mente desde hacía años, incluso gané una V.P.O. super fashion que iba a ser el Melrose Place logroñés, pero el enorme pinchazo de la burbuja inmobiliaria de hace unos años paralizó el asunto, y la enorme incertidumbre en el trabajo hicieron el resto.

Fue hace unos 5 meses cuando decidí que ya era hora de emanciparme, a pesar de que la situación laboral no era precisamente boyante, pero estaba claro que era ahora o nunca. Y vivía (vivo todavía) muy bien con mi madre, y tenía mi espacio, mi independencia....pero no vivía en mi casa. Desde ese momento de mi decisión, apenas visité dos o tres casas, pero tuve la suerte con la última de ellas que cumplía todas mis expectavivas: céntrica, exterior, soleada, coqueta...y sobre todo, muy ajustada de precio. Y no me lo pensé dos veces: para mí.

Y como este tema puede dar mucho de sí, me ha dado por escribir un diario de a bordo para contar mis peripecias al mundo. Sed bienvenidos.